banco central

La próxima crisis debería comenzar en algún momento entre la segunda mitad del 21 y finales del 22. El catalizador será el mismo de siempre: un banco central que endurece su política monetaria debido a la ilusión de que una crisis económica ha terminado y es el momento de normalizar la política monetaria. Por desgracia, la normalización es imposible precisamente porque las burbujas de deuda y de activos dependen de los tipos ultrabajos para sobrevivir.
No se vislumbra el final de la trampa en la que se encuentra nuestro banco central. Porque sin las compras masivas e indiscriminadas de la Fed, nuestras subastas del Tesoro fracasarían. Es decir, los compradores privados sólo aparecerían después de un súper pico en los rendimientos; pero eso haría que el gobierno fuera insolvente, junto con los bonos de todo el espectro de renta fija.

Latest